Lineamientos pastorales frente al problema de discriminación y exclusión que viven las personas GLTTB

Introducción.

Nuestra sociedad uruguaya practica diversas expresiones de religiosidad, prueba de ello es la presencia de diferentes tradiciones religiosas. Algunas de ellas se caracterizan por incluir a las personas GLTTB, otras lo fueron haciendo con el paso del tiempo, pero algunas aún en la actualidad continúan discriminándolas y excluyéndolas.

Las personas GLTBQ, como parte de este mosaico religioso de la sociedad uruguaya, también desarrollan su espiritualidad y religiosidad, en unos casos siendo incluidas, en otros siendo discriminadas, producto de la construcción de una sociedad patriarcal, machista y homofóbica, que se refleja en nuestras tradiciones religiosas.

En la Iglesia Antigua de Uruguay:

-          sentimos la necesidad de pedir perdón por tantos siglos de discriminación, culpabilización y exclusión hacia la personas GLTBQ, por parte de quienes se denominan cristianas y cristianos, con el convencimiento que no hay nada más lejos del mensaje inclusivo y liberador de Jesús de Nazaret que juzgar y condenar a las y los semejantes (Lc.6,36-38);

-          sabemos que durante esos siglos, lecturas fundamentalistas de la Biblia han creado una brecha entre las personas GLTBQ y el conjunto de la sociedad, promoviendo conductas violentas, que hieren la dignidad y vulneran los derechos de las personas GLTTB; pero eso, es sólo una interpretación errónea; la Biblia es la memoria y el testimomio de un pueblo formado por personas diversas, que experimentaron en su vida personal y colectiva, el amor entrañable de un Ser Indecible, Amoroso y Maternal que invita a la humanidad a su Fiesta y a su Mesa (Mt. 22,1-10) sin hacer diferencia entre las personas (Hch. 10,1-34); 

-          reconocemos el esfuerzo que han hecho y continúan haciendo las personas GLTBQ, en cuanto colectivo, para reivindicar sus derechos y su dignidad, por eso nos ponemos a su servicio ofreciendo lo único que tenemos (Hch. 3,4): el mensaje inclusivo y liberador de Jesús de Nazaret, que supo respetar e incluir a personas diferentes (Mt. 9,10), que lo único que condenó fue la injusticia y soberbia de la clase política y religiosa de su tiempo (Mt. 16,1-4); 

-          sabemos que el mensaje de Jesús de Nazaret no es sólo palabras sino fundamentalmente acciones (Mt. 25,34-41), por eso emprendemos este desafío pastoral dirigido a las personas GLTBQ. Entendemos que necesariamente, esta pastoral debe de ser liberadora e inclusiva, ecuménica e interreligiosa, donde todas las personas tengan su lugar y puedan experimentar y desarrollar su espiritualidad.

No desarrollamos esta pastoral hacia las personas GLTTB por su orientación sexual o sus prácticas sexuales. Eso no tendría ningún sentido. Entendemos que su orientación sexual es una parte constitutiva de su ser; así como hay personas altas y bajas, delgadas y obesas, rubias y castañas, también las hay heterosexuales, bisexuales, gays, lesbianas, trans y queer.

Desarrollamos esta pastoral, por la situación de vulnerabilidad en que son colocadas por la sociedad, una situación donde su dignidad y sus derechos están en riesgo permanente, por la discriminación y exclusión a que se ven sometidas. Esta situación es la que da sentido y fundamento a nuestra Pastoral GLTTB.


Fundamentación.

Las enseñanzas de Jesús de Nazaret, recibidas a través de los Evangelios, nada dicen en contra de las personas gays, lesbianas, trans, bisexuales y queer, ni de las prácticas sexuales con personas del mismo sexo: el Jesús histórico no condenó a las personas GLTBQ, ni sus prácticas sexuales.

Las enseñanzas que nos traen los escritos evangélicos sobre los "delitos sexuales" no se refieren a las personas GLTBQ, ni a sus prácticas sexuales (Lc. 7,36-50; Jn. 8,1-11), sino a personas heterosexuales y prácticas heterosexuales abusivas, y por lo tanto injustas: el Jesús histórico condenó la injusticia, la discriminación y la exclusión.

En la literatura paulina es donde encontramos, aparentemente, condenas tanto a las prácticas homoeróticas como lesboeróticas. Pero luego de un estudio serio y responsable de las Escrituras, sabemos que Pablo nada dice en Rom. 1,26-27 sobre el amor o las relaciones sexuales realizadas con libertad y respeto, entre personas adultas del mismo sexo y que, estas condenas son producto de lecturas fundamentalistas, patriarcales y homofóbicas, que algunas  corrientes cristianas hacen de la carta de Pablo a las comunidades cristianas en Roma: Pablo condenó la idolatría. Si Pablo hubiera condenado a las personas por su orientación o su práctica sexual se habría alejado del mensaje inclusivo de Jesús de Nazaret.

Por lo tanto, desde esta pastoral pretendemos actualizar y reafirmar el mensaje contenedor, sanador, liberador e inclusivo de Jesús de Nazaret, para la humanidad del siglo XXI, en el contexto latinoamericano, donde la inmensa mayoría de las personas GLTBQ son discriminadas, perseguidas y excluidas de la vida eclesial y también social de forma abusiva, generando injusticias.


Objetivo General:

Generar un espacio de encuentro entre personas GLTBQ, donde puedan experimentar el amor incondicional de Dios, que sale a su encuentro, las abraza, restituye su dignidad e invita a su fiesta y su mesa.


Objetivos Específicos:

OE1:  
Información, orientación y acompañamiento a personas GLTBQ en las diversas áreas de sus vidas.

OE2:  
Promoción y desarrollo de su espiritualidad y vida de fe.


Resultados:

OE1 – R1:
Agentes Pastorales formados, generan información hacia la sociedad en general y hacia las personas GLTBQ en particular, orientan y acompañan a quienes lo solicitan.

OE2 - R1:     
Local con accesibilidad y medios de comunicación que faciliten el contacto hacia y desde el mismo.

OE2 – R2:    
Las personas GLTBQ asumen la autogestión del proyecto pastoral.


Actividades:

1-     Difundir información a través de volantes.

2-     Difundir actividades a través de internet.

3-     Coordinar acciones en el correr del año con otros grupos GLTBQ.

4-     Realizar por lo menos un culto público mensual.

5-     Realizar reuniones, encuentros y talleres periódicos.

6-     Brindar información, orientación y acompañamiento pastoral, a través de teléfono o celular y del correo electrónico.

 Uruguay, 9 de marzo de 2011.
 + Julio, obispo.